Friday, April 07, 2006

Grupo F. La mano de Pelé

(7 de abril)

“Ha estado bien”, declaró Carlos Alberto Parreira, entrenador de la Seleçao, refiriéndose a Ô Rey durante el sorteo de los grupos del Mundial de Alemania. “Creo que ha tenido la mano caliente”. Brasil encabeza el grupo F del Mundial. Croacia, Japón y Australia lo complementan.
Los pentacampeones fueron la última selección que consiguió repetir título en el certamen, en 1962. Sólo Italia, cuando los mundiales eran todavía experimentos, había alcanzado una hazaña similar. Quizás la maldición del que defiende el título sea la mayor amenaza del Scratch, que por lo demás enfrenta el torneo en medio de un consenso absoluto respecto de sus opciones. Diego Armando Maradona lo ha catalogado como candidato único, y un repaso a la nómina de internacionales brasileros basta para darle la razón.

Comencemos por el principio, la individualidad más desequilibrante del fútbol en este siglo (además del icono marquetinero que más dólares mueve), Ronaldo de Assís Moreira (26 años). El 10 del FC Barcelona fue declarado en 2005, por segundo año consecutivo, FIFA World Player. Este premio, resultado de la votación de los jugadores y los técnicos de cada país asociado (la FIFA tiene más países afiliados que la ONU), es probablemente el más idóneo entre los galardones a la excelencia en el fútbol. Ronaldinho, natural de Porto Alegre, empezó a despuntar en el Gremio de su ciudad natal, y en las selecciones juveniles de su país. Su juego está fundamentado en un control y una técnica excepcionales, en particular con el balón en movimiento, y en la potencia y velocidad física.

Una de las diferencias que marca Dinho, y en eso se asemeja su ídolo, el basquetbolista Michael Jordan, es que es capaz de realizar en los escenarios de la máxima competencia lujos que por lo general están confinados a las prácticas. Pases de espalda, tacos surrealistas, engaños inéditos, asistencias sin ver, goles a balón detenido, el repertorio del crack blaugrana se renueva y se perfecciona en cada partido. Éste es su tercer año en el Barça, y los registro echan su propio verbo. 17 goles en 26 partidos de liga, y 7 pepas en 9 cotejos europeos. Un monstro en expansión.

Un camino del que regresa el nueve del Madrid, Luís Názario De Lima, Ronaldo (29 años), quien completa una docena de temporadas en el Viejo Continente, ahora en las filas del ajado Real de Madrid. El carioca es el mejor definidor que existe sobre la faz de la tierra, pero se ha roto la rodilla un par de veces y su físico perdió el poder de su primera juventud. ¿Cuál ha sido la mejor versión de R9? Sin dudas, la que dirigió Bobby Robson en la temporada 1996–1997, la única que el Fenónemo militó en Barcelona. 37 goles en 34 partidos, una animalada sin par.

Nueve años después, 17 meses de para incluidos, Ronaldo se enfrenta a su cuarto Mundial ostentando el mismo registro anotador en la competencia que Pelé, 12 goles. Buena parte de ellos los cosechó en Corea y Japón (2002), en donde firmó un regreso al primer nivel espectacular, anotando 8 goles para el eventual campeón. Ronie aparece justo en el instante definitivo. Sus goles son tan cuantiosos como importantes. Goles de finales, que dan títulos.

Podría uno seguir, sin parar, porque el plantel de la selección brasilera es un conglomerado de taicunes. En cada posición hay dos cracks, campeones del mundo, figuras de sus respectivos clubes. Atención con Káká (24 años), volante del AC Milán. Más discreto que Dinho, el de Brasilia no tiene qué envidiarle. Es igual de letal. Su visión del juego, sus pases en profundidad, y su técnica individual le resuelven partidos cada ocho días al conjunto de Carlo Ancelotti. En dos semanas los podremos ver frente a frente, en la serie de sus respectivos clubes por las semifinales de la Champions.

En la banda derecha, parecería que finalmente apareció el sucesor de Cafú (36 años): Cicinho (26 años), transferido del Sao Paulo al Madrid en diciembre. Tiene una derecha privilegiada, sabe centrar como pocos, y te puede pintar la cara en el uno contra uno. En su momento, en Sao Paulo, era el favorito de Luxemburgo; ahora es lo único que le agradecen a Luxa en la capital española.

Dida (33 años), el arquero del AC Milán, fue titular de la selección en el camino a su quinto título mundial y es poco probable que Parreira, quien ya fue campeón dirigiendo a Brasil en 1994, le quite el puesto. No pasa por su mejor momento, pero no son horas de experimentar. En una entrevista el técnico se describía como “viviendo un sueño”, por tener a su disposición una base de jugadores inmejorable. Adriano (Inter), Emerson (Juventus), Juninho (Lyon), Lucio (Bayer Munich), Mancini (Roma) hacen parte de lo que Parreira ve cuando cierra los ojos. Su verdadera ilusión, borrar la fama de defensivo, a la que se hizo en Estados Unidos 94, con el equipo de Romario, Bebeto, Mauro Silva y Dunga. Todos los números para Brasil en la Copa del Mundo.

La vida sigue, debieron pensar los rivales que el sorteo le deparó a Brasil. Zico (53 años), entrenador de Japón, tuvo quizás la aproximación más original. “Prefiero enfrentarme a Brasil en primera ronda, y no en eliminatorias directas”. Tiene razón, en primera ronda es en el único momento en el que se perdona una derrota, pero su seleccionado se va a tener que esforzar a fondo para superar a Croacia y colarse en los octavos de final.

Japón llega a Alemania como la gran potencia asiática de la actualidad. En 2004, once años después de organizar su primera liga profesional, el equipo orientado por Zico se adjudicó por segunda vez consecutiva la Copa Asiática. Venció a China, anfitriona y su rival histórico, en una final salpicada de política y demás.

Francia 98 fue el primer mundial de Japón, y desde entonces no ha dejado de asistir. Hidetoshi Nakata (29 años), dos veces mejor jugador asiático (1997–1998), representa el tremendo desarrollo del fútbol de su país; aunque su nivel no es el de aquel mediocampista de remate letal que se consagró en el Calcio (Roma, Parma, Fiorentina, Bologna). Alemania será su última Copa del Mundo. Ahora, Shunsuke Nakamura (27 años), también volante, ejerce de líder en su selección. Nakamura dio el salto del Yokohama Marinos al fútbol europeo en 2002, luego de la excelente presentación que su selección hiciera en Japón y Corea (cuartos de final). Militó tres temporadas en el Regina y va camino de su primer título de liga con el Celtic escocés, al que fue transferido el año anterior (29 partidos jugados, 4 goles).

Zico, segundo goleador histórico de la Canarinha, enfrentará a su país natal en Alemania, pero el Pelé Blanco no dramatiza, “ya le pasó a Didí” (el bicampeón del mundo enfrentó a Brasil, dirigiendo a Perú, por los cuartos de final de México 70). También ha declarado que cualquier posibilidad de su selección pasa por derrotar a Australia en el debut; y aún más, que Japón “puede alcanzar las semifinales”.
Lo primero se puede dar, y lo segundo está complicado.

Croacia es la primera razón, de todas las que se me ocurren. El joven país, que se independizó de la antigua Yugoslavia, se afilió a la FIFA apenas en 1992, y ya tiene un palmarés que envidiarían varias ‘potencias’. Liderada por el delantero Davor Suker, goleador del certamen con 7 anotaciones, Croacia alcanzó el tercer lugar en Francia 98. Los croatas practican un fútbol técnico y fuerte, que se potencia una vez se enfundan la casaca nacional. Zlatko Kranjcar ha retomado el rumbo perdido (Croacia no clasificó en 2002 y en 2004 fue eliminada en primera ronda de la Eurocopa) desde que tiene las riendas de la selección, y la clasificó primera en el Grupo 8, por encima de Suecia, a la que venció en ambos emparejamientos.

El pasado 1 de marzo Croacia volvió a desplegar su gran nivel, en una postrera victoria sobre Argentina, en un amistoso disputado en Suiza. Los de Pekerman cayeron 3 por 2 con un gol de Darío Simic (30 años) en el segundo minuto adicional del 2t. El jugador del Milán representa la vieja guardia del equipo, junto con los hermanos berlineses Robert (32 años) y Nico Kovac (34 años), de Juventus y Hertha Berlín respectivamente, todos en la defensa.

Otro cacique es Dado Prso (31 años), delantero del Rangers escocés. Cinco goles lo acreditaron goleador de las eliminatorias para su selección. Con el Rangers ha marcado 27 goles en las últimas dos temporadas, y es titular indiscutible. Igual que Niko Kranjcar (21 años), hijo de Zlatko, en la selección. Aparte de las polémicas y la crítica, el volante de Hajduk Split, único jugador de la liga croata entre los inicialistas habituales, se ha ganado el favor de su pueblo con las pinceladas del mejor talento desde los tiempos de Zvonimir Boban. Él e Iván Klasnic (26 años), delantero del Werder Bremen alemán, serán los llamados a tirar del carro en el Mundial. Klasnic, nacido en Hamburgo, acumula 34 goles en las últimas tres temporadas con su club.

Australia necesitaba un milagro para regresar a la fase final de una Copa Mundo, y acudió al especialista en la materia. El holandés Guus Hiddink (59 años) participa en su tercer Mundial consecutivo, esta vez al mando de los Socceroos. Jugador de medio pelo, Hiddink se ha bañado en gloria desde el banquillo. Ganó tres ligas holandesas y la única copa europea del club con el PSV Eindhoven, y ha sido dos veces semifinalista de la Copa Mundo, con Holanda y Corea del Sur.

En Francia 98 perdió ante Brasil y luego ante Croacia, en el partido del contentillo. Cuatro años después condujo a Corea del Sur a las mismas instancias, con una escandalosa anuencia arbitral. Australia quiere un milagrito semejante, luego de imponerse ante los bicampeones orbitales, Uruguay, en el repechaje, pero tendrán que conformarse. Si no, Hiddink se gradúa de mago.

Los mejores jugadores de la selección militan en la liga inglesa. Entre ellos, atención con Harry Kewell (27 años), extremo izquierdo del Liverpool, Mark Viduka (30 años), delantero del Middlesbrough, y Tim Cahill (26 años), volante del Everton.

Palomo

(casi como en el blog de Eltiempo.com)

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