Wednesday, January 20, 2010

El equilibrio de Pep

Para entender mejor el concepto de equilibrio perfecto, las futuras generaciones de economistas deberían repasar los videos del Barcelona de Pep Guardiola. Pocas veces –acaso ninguna– la realidad hace eco de los modelos teóricos de una manera tan integral: lo impiden las flaquezas humanas: demasiadas sinuosidades, egoísmo, avaricia, todo al mismo tiempo. Cuando no impera el sistema, sacrificando libertades personales que son sagradas, las normas se relajan al punto que se desmadra el individuo. Para rematar, nuestra modernidad se caracteriza por una aversión al riesgo expansiva, que permite que la funcionalidad prevalezca siempre sobre la estética. Existen, por supuesto, caso más o menos exitosos, en los que los ideales deportivos: resultado y estilo, conviven con cierta armonía. Pero nunca en un equilibrio tan perfecto como este Barcelona.