Sunday, June 22, 2008

La furia contra la genética

‘El fútbol es un deporte de once contra once en el que al final gana Italia’, suelen decir en Europa. Con el paso de los años, el dicho –como toda buena muestra de sabiduría popular– ha encontrado validación empírica una vez tras otra. Independientemente de las circunstancias, los italianos siempre se las arreglan para prevalecer. Es como si tuvieran un predisposición genética para la victoria. Con España, el asunto es al revés. Aunque la selección ganó el título europeo una vez (1964), han sido sus repetidas eliminaciones en cuartos de final de los torneos mayores (Eurocopa, Copa del Mundo), las que han configurado el imaginario alrededor de La Furia, el gen perdedor de los españoles.

“Las decepciones les motivarán”, ha sugerido Roberto Donadoni, el entrenador italiano, a propósito del partido de hoy entre Italia y España, por los cuartos de final de la Eurocopa. Su equipo tuvo un comienzo titubeante, como suele pasar, cayendo en estrepitosa goleada ante Holanda en su primer partido, y clasificándose a la siguiente fase segunda en su grupo. España, en cambio, está volando. Ganó todos sus partidos, sus delanteros pasan por un momento brillante, y en el medio Xavi ha sido imperial.

La última vez que estos equipos se encontraron en competencia, España jugó mejor pero terminó perdiendo. Fue en 1994, en el Mundial de Estados Unidos, cuartos de final. El partido pasó a la historia por el codazo con el que Mauro Tasotti le partió la cara a Luis Enrique, y que el árbitro no vio. ‘¡Vendetta!’, clamaba Marca en primera página, junto a la sugestiva imagen del rostro ensangrentado del delantero, apenas se supo del nuevo emparejamiento entre estas dos selecciones. Mala vaina: el periódico deportivo ya se pasó varios pueblos en el último Mundial, cuando se apresuró a ‘jubilar’ a Zidane en la previa del enfrentamiento entre España y Francia. Al pasado, mejor no invocarlo; la historia no está del lado de La Furia.

Si España llega a ganar, será a pesar de fuerzas poderosísimas, en contra de su propia naturaleza. La única victoria de los españoles ante los italianos fue en 1920, justamente un 22 de junio. “Este será el partido por el que me recordarán”, advirtió Luis Aragonés, técnico español, al que no por nada llaman El Sabio. ¿Habrá llegado la hora?

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