Thursday, September 08, 2005

Liga pirata (con dedicación)

Para los que se rajan las vestiduras recordando a los Rodríguez, y para los que hinchan pecho por lo que ganaron durante ElDorado, un ‘recorderis’ sobre aquella ‘gloriosa’ época de nuestro fútbol: no hay tal. Era una liga pirata.

Como la historia oficial la escriben en los despachos, nadie se preocupó de aclararnos algunos puntos importantes de lo que nos contaron como ElDorado del fútbol nacional. El ajuste de cuentas es pertinente, ya que sirve para entender mejor el conflicto que tiene a los futbolistas colombianos al borde de la huelga.

En Colombia, el primer campeonato profesional arrancó en 1948. Participaban 10 equipos, entre ellos (obviamente) el América. Hasta entonces, el fútbol se había practicado de manera aficionada, con un gran éxito entre el público, que se enamoró perdidamente del espectáculo. El paso del ‘amateurismo’ al profesionalismo, en realidad, fue traumático, al punto que ‘Garabato’, uno de los referentes del plantel aficionado de los ‘Diablos Rojos’, se atrevió a maldecir a su equipo del alma. “Que lo vuelvan profesional, que hagan con el equipo lo que quieran que, por mi Dios, América nunca será campeón”. Y así nos fue.

Adolfo ‘el maestro’ Pedernera aterrizó en Bogotá en junio de 1948 y con él comenzó ElDorado. Un ejecutivo del fútbol nacional lo convenció, con una autorización de la Cancillería debajo del brazo, de que se viniera para Colombia, cuando era una estrella declinante del River Plate que deslumbraba a todos en Argentina.

Allá, hace más de cincuenta años, estaban en las que estamos nosotros ahora. La recién creada agremiación de futbolistas argentinos había entrado en huelga por asuntos laborales. Los equipos no se dejaron presionar, y comenzaron el campeonato con alineaciones integradas por juveniles. Dieron papaya, porque había colombianos (con el prohombre Alfonso Senior a la cabeza) queriendo pescar en ese río revuelto.

Sin pagar derechos por las cesiones, violando las normativas de la Fifa de manera abierta y descarada, los equipos colombianos empezaron a importar a las más grandes figuras del fútbol continental. Por eso Millos pudo disfrutar de la ‘Saeta Rubia’, del ‘Pipo’ Rossi, de Pedernera, de Cozzi. Se los birló todos a River, en donde se cansaron de ganar y pasaron a la gloria como ‘La Máquina’.

La gracia les duró a los colombianos hasta 1954, cuando la FIFA endureció su postura. Amenazó con excluir a Colombia de las eliminatorias para el siguiente mundial, y cada uno de los equipos del torneo devolvió a sus estrellas ‘pirateadas’.

Desde allá hasta acá no ha pasado tanta agua debajo del puente, parece. En muchos aspectos, la colombiana sigue siendo una liga pirata. Sobran ejemplos de cacos (de cartel o de frac) que aprovecharon (aprovechan) la permisividad y vocación corsaria de nuestro fútbol para hacer y deshacer. Hoy, aquí, Acolfutpro se reúne con los directivos nacionales, a ver si éstos se dignan de una buena vez a reconocer al futbolista como un trabajador profesional. Los avatares de un campeonato, a 57 años de su creación.

¿El Estado? Bien gracias, pasó de agache durante medio siglo, quién sabe cuántos funcionarios permisivos y culpables.¿El Gobierno? Esperemos la respuesta del presidente Uribe a la carta que le dirigieron ayer los jugadores afiliados a la asociación. La fecha límite para la huelga es el martes 13 de septiembre. Entretanto, habrá fútbol, porque el circo no puede parar. Aunque los dueños traten igual leones y payasos.

Palomo

(casi como en el blog de Eltiempo)

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